El presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ofrecieron unas breves declaraciones, luego del tradicional apretón de manos el viernes protagonizando así, una de las reuniones más esperadas en el marco de la cumbre del G-20, en Hamburgo, Alemania.
En la intervención con los medios ambos mandatarios fueron muy diplomáticos y el presidente estadounidense Donald Trump dijo que “es un honor estar con usted” y agregó que “hemos tenido muy muy buenas conversaciones”.
“Vamos a tener una charla ahora y, obviamente, eso continuará, pero esperamos muchas cosas muy positivas para Rusia y Estados Unidos y para todos los interesados”, agregó Trump.
Por su parte, su homólogo ruso no se quedó atrás y dijo que han tenido varias conversaciones teléfonicas, pero que nunca son suficientes para tratar asuntos de interé bilateral por lo que era “un gusto conocerlo en persona”.
“Estoy encantado de poder reunirme personalmente con usted, señor Presidente, y espero que, como usted ha dicho, nuestra reunión produzca resultados positivos”, indicó Putin.
Ambos líderes se reunieron durante una reunión informal de líderes del G-20 al comienzo de la cumbre, con el presidente estadounidense reforzando su apretón de manos tocando al líder ruso en el brazo.
En un video del encuentro, Trump fue mostrado más tarde dándole palmadas en la espalda a Putin. Los dos hombres sonrieron.
Los mandatarios sostuvieron posteriormente una reunión más formal para hablar de crisis mundiales como la de Siria y las provocaciones de Rusia en Ucrania.
Fue un encuentro a puertas cerradas, con solo los dos presidentes, sus dos jefes de la diplomacia, Rex Tillerson y Sergei Lavrov, y dos intérpretes. La Casa Blanca dijo que hablarían por 35 minutos, un tiempo relativamente corto para todas las expectativas alrededor del encuentro.
Trump dijo en un tuit el viernes, antes de llegar a la cumbre: “Espero con entusiasmo todas las reuniones con líderes mundiales, incluyendo mi reunión con Vladimir Putin. Mucho que discutir”.
Y en otro prometió: “Voy a representar bien a nuestro país y lucharé por sus intereses! Los medios de noticias falsas nunca me dan cobertura exacta pero a quién le importa! Vamos a #MAGA [hacer grande a Estados Unidos de nuevo]”.
Se espera que los dos líderes hayan abordado el conflicto en Siria, la amenaza norcoreana y probablemente las provocaciones rusas en Ucrania. Pero gran parte de la atención se centra en si Trump tocó el tema de la intervención rusa en las elecciones de noviembre de 2016.
El jueves, Trump se negó nuevamente a reconocer esa posibilidad. “Pudo ser Rusia o pudo ser alguien más, no lo sabemos”, dijo al esquivar la pregunta directa de si creía que ellos eran los responsables de interferir en la elección. Pero horas después en un discurso instó a Rusia a poner fin a sus “actividades desestabilizadoras en Ucrania y en otros lugares” y detener su apoyo a Siria e Irán.
Rusia quiere que EE.UU. le regrese dos complejos expropiados por el gobierno del presidente Barack Obama en Nueva York y Maryland, como parte de las sanciones por la interferencia en las elecciones. También busca alivio a las sanciones impuestas tras la anexión rusa de Crimea y su apoyo a los separatistas prorrusos en Ucrania.
Legisladores estadounidenses de ambos partidos dicen que Trump debe confrontar a Putin por el tema de las elecciones. Varios senadores demócratas advirtieron el jueves que Trump caería en “severo abandono” de sus funciones presidenciales si no lo hace y exigieron que deje claro que las interferencias en la democracia estadounidense no serán toleradas.
“Las próximas elecciones no pueden ser un parque de diversiones para el presidente Putin”, dijo el líder de la minoría, Chuck Schumer.
Pero Trump ganó alabanzas de al menos un republicano de línea dura en el Congreso tras su discurso en Varsovia. “Este es un gran comienzo para una semana importante de la política exterior de Estados Unidos”, dijo el senador republicano Lindsey Graham, que a menudo ha sido crítico de Trump en temas de seguridad.