La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, aterriza el miércoles en Venezuela, para cumplimentar una visita oficial en la que tendrá que sobrepasar la cuerda floja que implica un país en crisis, donde la esperan dos gobiernos paralelos y un pueblo que clama por una solución definitiva.
En un comunicado sobre la visita, Bachelet indicó que se reunirá con el presidente en disputa Nicolás Maduro y con el presidente encargado Juan Guaidó. También sostendrá encuentros con diputados de ambos bandos y con víctimas de abusos y violaciones a los derechos humanos y sus familiares, durante la visita que se extiende hasta el viernes 21 de junio.
Está previsto que Bachelet se reúna también con representantes de la sociedad civil, delegados de los sindicatos, líderes religiosos y autoridades universitarias.
Su llegada a Caracas, previsto para la 6:00 p.m. según dijo a la VOA una fuente de la opositora Asamblea Nacional, ocurre en momentos en que sigue en pie la severa crisis humanitaria y política que vive la nación, de donde han salido unos 4 millones de venezolanos huyendo del hambre, la falta de medicamentos y para escapar de la crisis política agudizada después de que Maduro asumió un segundo mandato en enero pasado, tras las elecciones de mayo de 2018 que fueron descritas como ilegítimas.
Opositores a Maduro siguen encarcelados, según grupos políticos y de derechos humanos en el país, mientras que a 14 diputados de la Asamblea Nacional les fue retirada la inmunidad parlamentaria después de la fallida sublevación militar del pasado 30 de abril.
El primer vicepresidente del parlamento Edgar Zambrano está detenido desde el pasado 8 de mayo y varios diputados han tenido que salir del país para evitar procesos judiciales en curso por orden del gobierno en disputa que encabeza Maduro. A Guaidó le había sido retirada la inmunidad parlamentaria en febrero pasado.